Año nuevo occidental

    Durante poco más de dos milenios, concretamente 2064 años, en la cultura occidental se viene celebrando una fiesta conocida por muchos como año nuevo. Pero pocos saben cuando y como se originó esa mundialmente famosa festividad.
   Para saberlo tenemos que remontarnos al año 47 a.c, en la antigua Roma donde el famoso militar y gobernante Julio Cesar decidió crear un calendario distinto al de aquella época cambiando el primer día del año del uno de marzo al uno de enero o Jano. El cambio se realizó por honor a ese dios  el cual representaba las entradas y comienzos.
   Durante los siguientes siglos ese calendario, llamado juliano, sufrió ligeros cambios por parte del cónsul Marco Antonio en año  el 44 a.c, por el emperador Augusto César en el año 8 a.c y finalmente por el Papa Gregorio XIII en 1582 el cual dio un nuevo nombre al calendario, el calendario gregoriano, que a días de hoy seguimos utilizando en occidente.
 
   Unos siglos después (en el XX) la cultura occidental se expandió por el resto de mundo convirtiendo el paso del treinta y uno de diciembre al uno de enero en una fiesta de celebración mundial, incluyendo a los chinos, que aún que tengan su propio año nuevo también participan en el cambio de año occidental. Una de las acciones que más caracteriza esa fecha son los espectáculos de pirotecnia, que para los que no sabéis consiste en lanzar fuegos artificiales de múltiples colores ante millones de personas que se sienten fascinados al  verlos. Algunas de las principales ciudades que realizan ese gran evento son Sidney, Tokio, Dubai, Moscú, Berlín, Río de Janeiro, etc. Tampoco nos podemos olvidar de Nueva York que sus ciudadanos lo celebran reuniéndose alrededor de una gran bola de cristal que desciende sobre ellos en Times Square y con un gran beso final para un año con suerte en las relaciones.
   Sea como sea que se célebre año nuevo, ese evento siempre será bien recibido en nuestras casas y seguirá uniendo al mundo al menos por un día.

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